Lee para un niño: abrazando la lectura desde la primera infancia

Itaú Paraguay
7 min readOct 1, 2021

De la mano de Leticia Riolfo, especialista en Formación en Lectura y Escritura en la Primera Infancia, llegaron los talleres “Lee para un niño”, voluntarios Itaú fueron capacitados en mediación de lectura infantil en el marco del programa “Lee para un niño”.

Los mismos fueron impartidos desde los primeros días de agosto, con una duración aproximada de una hora y media, con la finalidad de instruir en cómo leer en voz alta, enfatizar en la importancia de la palabra entregada con afecto y en el rol del adulto como mediador de la lectura.

¿Por qué es importante hablar, cantar y abrazar durante la primera infancia?

La importancia radica en compartir la palabra con afecto. Para la especialista, “el espacio que creamos cuando compartimos una lectura en voz alta, una rima o una retahíla, permitirá a cada niño relacionar esa acción con un momento de disfrute. Entonces, será una experiencia que querrá repetir, deseando volver a encontrarse con la palabra, tanto hablada, como escrita o cantada”.

La palabra es trascendental, pues es la herramienta que presenta al mundo. Asimismo, la voz es el elemento cultural que el niño mantiene desde el vientre materno, y es lo primero que reconocerá inmediatamente, dotándole de sentido y brindándole compresión respecto a lo que ocurre a su alrededor.

“Si le hablamos a los niños les estamos presentando el mundo y dando un sentido a lo que pasa; lo abrazamos con las palabras”, refiere Riolfo.

Canciones de cuna: la primera herramienta para presentar el mundo

Las canciones de cuna son la primera literatura que compartimos con los niños. Constituyen otra herramienta con la cual les presentamos el mundo y les damos la bienvenida.

Esto logra que posteriormente sean capaces de ordenar el pensamiento y organizar lo que tenemos para compartir con los otros. “Al acercar la palabra al niño le otorgamos un sentido respecto a quién es, pero también respecto a quién puede ser”, afirma.

Por otra parte, está comprobado que leer fomenta la imaginación, amplia el vocabulario y expande la capacidad de disfrute.

“La literatura es arte, y como tal genera un movimiento interno que nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, enriquecer nuestro mundo interior y generarnos preguntas para tener un espíritu crítico, hablar y construir pensamiento”, explica.

El adulto mediador: clave para establecer relación entre el niño y la lectura

Para la experta, el encuentro con la literatura inicia desde el momento en que se recibe la noticia del nacimiento de un niño. “Así comienza ese recorrido de palabras e historias que dependerá en gran medida del modo en que el adulto vincule al niño con los libros”, asegura.

En este sentido, es en la infancia donde se comienza a construir una relación afectiva con la lectura, una relación que también es psíquica y cognitiva, porque al leer cada ser va conformando su pensamiento y ampliando su conocimiento.

La cercanía con el adulto mediador es fundamental para fortalecer esa relación, porque leerle un libro a un niño es un acto de amor. Hablarle, cantarle, abrazarle son acciones que nutren y contienen al niño.

Envolverle con palabras será el abrigo afectivo que le permitirá crecer como lector. “Al niño/a le atraerá la sonoridad de las palabras. No es lo que se dice, si no cómo se dice; ese transcurrir de la experiencia estética que ocurre al escuchar canciones, rimas, relatos provenientes de la tradición oral y luego de un libro. Todo este material poético le permitirá acompañar sus juegos, explorar ritmos y sonidos, en definitiva, se reconocerá como parte de un grupo humano y de una cultura”, explica.

Escogiendo el libro perfecto para un niño

Para escoger el libro adecuado para un niño, lo primero a considerar es qué despierta en nosotros dicho material, ya que un buen libro permite lecturas y relecturas; se trata una experiencia estética que nos moviliza internamente.

Por otra parte, cuando seleccionamos un libro entran en juego un sinfín de variables subjetivas, relacionadas con nuestras experiencias como lectores, no solo de libros sino también de películas, músicas, pinturas, etc. Todo esto influirá en lo que nos parece apropiado o no para seleccionar un libro.

Luego, podremos considerar el texto escrito, el texto ilustrado y el soporte. ¿Cómo se relacionan entre sí estos tres aspectos? ¿Cómo se utilizan las palabras? ¿La ilustración también nos moviliza? ¿Nos permite una lectura polisémica?

De este modo, la selección de libros es una operación compleja y requiere no solo leer mucho sobre libros, sino también de experimentar lecturas y escuchar a los niños, quienes son los últimos en decidir qué lectura es valiosa para ellos.

Los adultos como filtros de lectura

Leticia Riolfo explica también que existen acciones que los adultos realizamos constantemente cuando seleccionamos un libro para niños, relacionadas con la concepción de niño y niña que cada uno tiene.

“Una acción que llevamos a cabo es la de cambiar las palabras de un texto escrito, porque pensamos que los niños no las van a entender”, menciona. Esto les priva de que conversen, pregunten e interactúen sobre esa palabra.

Otra acción que los adultos realizamos es ofrecer siempre a los niños historias alegres, porque pensamos que las tristes les generarán algo inadecuado.

“Nuestro rol no es el de filtrar si no el de ofrecer variedad y diversidad en texto escrito e ilustrado, variedad de temas y géneros para que el niño explore, conozca, desarrolle su espíritu crítico y aprenda sobre lo que les ocurre a los otros”, agrega.

Así, hablar de la muerte, mudanzas, separaciones o guerras implica abordar situaciones que permiten saber lo que nos pasa a nosotros cuando vivimos esas experiencias, pero también conocer cómo reaccionan otros cuando las viven.

Finalmente, otra acción que realizamos los adultos al seleccionar un libro para el niño es considerar que, porque es niño o niña, debemos ofrecerle textos que dejen enseñanzas o mensajes, cuando en realidad al libro no hay que pedirle nada. “Antes que buscar libros que sean para algo, busquemos libros que generen una experiencia estética, un movimiento interno que nos emocione. No busquemos libros que hablen de emociones, sino libros que nos perturben, que nos movilicen; libros emocionantes”, argumenta.

Sobre la noción de literatura infantil

Según Riolfo, la literatura aborda aspectos universales, sin importar la edad. Así, aunque los niños estén ávidos de escuchar historias según su experiencia lectora, a veces los adultos insistimos en hacer una literatura “infantil”, como algo menor o más fácil.

Sin embargo, a los niños y niñas debemos ofrecerles la mejor literatura, la palabra poética como nutrición cognitiva, social y emocional, necesarias para que cada persona acceda a otros mundos posibles, pero también para que comprenda el mundo que nos rodea. Por eso no debería existir una literatura infantil.

Los niños y niñas no piensan “esto es para niños y esto es para adultos”; ellos no cuestionan cuando les presentamos libros que abordan literatura, solo están deseosos de escuchar historias, canciones y poesía.

El valor agregado de acercar a un niño a la literatura

Los niños que son arrullados con canciones de cuna, con nanas, con palabras poéticas, son niños a quienes se les presenta el mundo con la lengua del relato.

A ellos se les comparte la noción de que el mundo es complejo e incierto, pero que la palabra está ahí para acompañarnos y darnos refugio, para recurrir a ella cada vez que la necesitemos. En general, ellos recordarán esos encuentros con una persona que entregó la palabra con afecto.

De este modo, esas mismas palabras que se compartieron en las canciones, en las nanas, en los juegos, las encontrarán luego escritas en los libros y el niño querrá leerlas también.

Los niños que han sido expuestos y abrazados con palabras podrán expresar su pensamiento de forma ordenada, tener un diálogo fluido y coherente. Además, la lectura en la primera infancia fortalece los vínculos afectivos, amplia el vocabulario, fomenta la imaginación, nos ofrece una lengua diferente a la de todos los días. Por lo tanto, podrán acercarse y familiarizarse con el código escrito de forma natural, porque los libros son portadores de lenguaje y necesitamos de ese lenguaje para pensar.

En definitiva, además de brindar a los niños un espacio para el disfrute y la exploración de lo imaginario, la lectura tiene un impacto en el desarrollo cognitivo, emocional y psicológico de todas las personas.

Acerca de los talleres. Impartidos en dos sesiones, la primera de ellas aborda la importancia de la oralidad, cómo el niño se introduce a la literatura y la importancia del adulto mediador.

Se enfatiza en que los libros pueden estar al alcance de los niños, pero el que introduce y constituye el puente entre los libros y los niños es el adulto, por eso ese rol tan importante.

La segunda edición aborda ejercicios prácticos acerca de cómo leer en voz alta, qué consideraciones tomar en cuenta, qué podemos compartir en el momento de la lectura, el antes y después de la lectura, cómo contagiar y disfrutar la lectura, logrando que el niño quiera replicar la experiencia.

Leticia recuerda que los adultos somos responsables de recibir a los niños de la mejor forma posible. “Los libros, la lectura y la oralidad son una forma de decirles: acá estamos y te presentamos este mundo”, afirma.

Acerca de la Leticia Riolfo. Diplomada en Formación en lectura y escritura en la primera infancia otorgado por el CERLALC y la Universidad EAFIT de Colombia. Técnico en educación inicial del C.I.E.P. Licenciada en Ciencias de la educación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación en la Universidad de la República Oriental del Uruguay (UDELAR). Directora técnica responsable de Sunflower, centro educativo para la primera infancia en Parque del plata, Canelones, Uruguay, desde el año 2002. Entre los años 2013 y 2015 fue coordinadora y tutora virtual para el CERLALC (Centro regional para el fomento del libro para América Latina y el Caribe) en Colombia. Desde el año 2011, ha tenido la oportunidad de trabajar con niños/as y adultos en diversos espacios, tanto virtuales como presenciales como promotora de lectura y escritura. Desde el año 2015, realizó talleres de animación a la lectura en diferentes instituciones educativas, de índole público y privado. Ha conformado el equipo de Centros M.E.C. en Parque del plata como asesora del Espacio de lectura infantil y juvenil “Pata de Rana” entre los años 2017–2019 en Parque del plata, Canelones, Uruguay. También en el 2019 con el Espacio de lectura “Mamboretá” en Salinas, Canelones, Uruguay.
En el año 2020 y 2021 ha participado en la creación de contenidos para el curso virtual “La magia de ser mediador” proyecto llevado a cabo por Fundación Itaú y el plan nacional de lectura de Uruguay.

--

--

Itaú Paraguay
Itaú Paraguay

Written by Itaú Paraguay

Apostando por la transformación de las personas y de la cultura paraguaya.

No responses yet